“Una rueda rota de un juguete de plástico es algo común y esto nos haría tirarlo a la basura al no poderse conducir más. Mi hijo se suele quedar decepcionado cada vez que tiene que separarse de sus juguetes favoritos, y se había convertido en una practica habitual, el si se rompe lo tiramos y vuelta a comprar uno nuevo. Creemos que esto es malo, ya que podría llevarlo a un hábito de usar y tirar cuando sea adulto” Comentaba una madre de un niño de 9 años.
Los padres de hoy en día tratan de enseñar a sus hijos a tener mas cuidado con sus juguetes y que cuando estos se rompen, usen su imaginación para darles otros usos y no tener que tirarlos a la basura. Con esta idea el equipo de RangeVision se puso en contacto con un grupo de escolares para enseñarles como pueden solucionar este problema.
Como ejemplo tenemos un coche roto cogido de un contenedor. A los niños se les explicó, que hoy en día pueden recrear cualquier parte necesaria, y que no necesitan ni siquiera hacer un dibujo, ni ser ingenieros, y no necesitan de grandes y caras instalaciones para una máquina. Es suficiente con escanear el objeto existente con un escáner 3D e imprimirlo en una impresora 3D.
Para resolver el problema de que el coche no tenía una rueda, tan solo debíamos coger otra y simplemente escanearla, luego de un sencillo post-procesado de software ya tenemos la pieza lista para imprimir, lo que termina resultando en unacopia exacta de la pieza que necesitamos. Los alumnos han aprendido que crear un objeto es mucho mas fácil de lo que se suele pensar.
De esta forma podemos impulsar la creatividad de esta generación de niños. La mejor manera ha sido mostrarles las oportunidades de la tecnología y ponerla en práctica con una experiencia de primera mano en la creación de objetos 3D, aprendiendo a resolver problemas a través de la creación de prototipos físicos. El uso de un escáner 3D hace que para lo niños sea algo más emocionante y creativo.
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