importante es la comunicación y me gusta resaltar que lo ideal o más óptimo es trabajar en conjunto, pero de pronto solemos ser individualistas o conformistas, estas dos prácticas son increíblemente tontas al momento de emprender.
Hoy en día se ha demostrado que las personas jóvenes también tenemos cabida en el momento de innovar, desarrollar y llevar a cabo una empresa, de cierta forma la sociedad refuta esta idea, pero realmente las empresas tecnológicas han sido por los más jóvenes. Empresas como Google, Facebook, Windows, Apple, tienen un gran patrón, éste es que sus líderes fueron emprendedores veinteañeros, denotando este patrón de comportamiento se demuestra no solo que los jóvenes podemos crear empresas, también se demuestra que estas empresas también pueden llegar a la cúspide empresarial.
Pero entonces ¿Cuál es la mejor edad?, realmente y en mi opinión creo que no existe edad, cualquiera a cualquier edad puede hacerlo, más sin embargo creo que los 20’s son los mejores años ya que se tiene ciertos puntos a tu favor.
En primero, se tiene energía prácticamente ilimitada, esta edad, es en donde las desveladas no duelen, donde se puede hacer mil cosas en un día y al siguiente despertar y seguirle. Obviando el hecho de que adores lo que haces, nada absolutamente nada te dará pereza, por lo que tienes para una ventaja para hacer maravillas.
A esta edad, no tienes nada que perder por lo tanto es el mejor momento, ya que no se tiene prestamos exagerados, hipotecas, gastos exagerados, viajes exclusivos, esto es un gran punto. A esta edad realmente todo dinero que toques podrá ser ahorro con lo que tu empresa puede generar un autodesarrollo impresionante, aunado al punto anterior esto genera una gran ventaja con las personas con mayor edad.
Tu creatividad aún sigue en desarrollo, por lo que estas un paso adelante. Aún tienes una gran imaginación, pero también tienes una habilidad para adquirir conocimientos a gran escala, por lo que si es necesario podrás manejar mayor cantidad de datos e ir adquiriendo sabiduría para desarrollar tus objetos abstractos (proyectos, aun mentales), generando así nuevas creaciones, con las cuales puedes mejorar la productividad y desarrollo de tu empresa y gracias al punto anterior necesitaras cada vez menos personas externas para que inviertan en tus productos.
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