El dragón chino amenaza a la industria del acero en México

China inunda con su acero barato al mundo y México no está a salvo, ya que es el primer importador en Latinoamérica del metal proveniente del país asiático, con 209,000 toneladas. El negocio de muchos industriales mexicanos está en peligro.






Primero fue la industria textil y del calzado. Ahora el dragón chino tiene en la mira a la industria siderúrgica en México. El acero barato que inunda al país y la efectividad limitada de las medidas tomadas por las autoridades hacen que en el negocio del acero pueda tener los días contados frente a un competidor dispuesto a vencer a cualquiera.

En México, el precio del acero es alrededor de 65% más caro, ya que China tuvo un precio promedio de 522 dólares por tonelada durante 2014, mientras que en nuestro mercado oscila en 900 dólares.


En enero de 2015, China exportó al mundo 9.4 millones de toneladas de acero laminado, de las cuales 11.4% llegó a América Latina, es decir, 1.1 millones de toneladas, de acuerdo con cifras de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).


México ocupa el primer lugar como receptor de las importaciones de acero provenientes de la nación asiática en Latinoamérica. El país recibió 209,000 toneladas de acero laminado chino en enero pasado, un incremento de 325% en comparación con las cifra del mismo mes de 2014, de 49,000 toneladas. El país asiático avanza a pasos agigantados.


“Este crecimiento acelerado de las importaciones sigue causando un daño a la producción de la región”, dice Alacero, y asegura que es necesario que los  gobiernos reconozcan la gravedad de la situación y actúen de forma oportuna.


La reacción de las empresas y el gobierno podría ser fundamental para que los industriales nacionales se beneficien de un negocio con expectativas favorables. Durante este año se espera que el consumo mundial de acero se incremente 0.5%, lo que representa 1,544 millones de toneladas, mientras que para 2016 se prevé que la demanda mundial crecerá 1.4%, para alcanzar 1,565 millones de toneladas, de acuerdo con las expectativas de la Asociación Mundial del Acero.


Una forma de la industria para protegerse es impulsar investigaciones en el mercado. Al 25 de marzo de 2015, la Canacero contabiliza 29 investigaciones de prácticas de comercio desleal de productos siderúrgicos y manufacturas de acero en México, de las cuales 16 involucran la importación de productos provenientes de China, que han derivado en la actualización y establecimiento de cuotas compensatorias para los industriales mexicanos, hecho que no frena la entrada de la materia prima china.


China podría dejar a sus primeros damnificados en el país. “La primera víctima de la competencia china es la industria siderúrgica mexicana frente a las oportunidades que podrían representar la demanda de acero en sectores como la construcción o el automotriz”, dice Leticia Armenta Fraire, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México.




Una industria de peso


Aviones, coches, tubos y utensilios de cocina son algunos de los productos que forja la industria del acero en el país. La industria produce en el mundo 1,066 millones de toneladas de acero crudo al año y una sobrecapacidad de 570 millones de toneladas, y se consumen más de 1,562 millones de toneladas de acero laminado anualmente.


América Latina produce 66 millones de toneladas anuales de acero crudo, lo que representa cerca de 4.1% de la producción mundial. La región consume a lo largo de 12 meses 69 millones de toneladas de acero laminado.


“Ésta es una industria de mucho peso en todo el mundo, ya que el uso del acero es de vital importancia para otros sectores altamente especializados, como el de la construcción”, asegura Leticia Armenta.


Durante 2014, México consumió un total de 22,486 toneladas de acero laminado, lo que lo convierte en el segundo consumidor de aleación de hierro y carbono, tan sólo después de Brasil, cuyo consumo fue de 24,638 toneladas de acero.


En la República Mexicana se produjeron 19,008 toneladas de acero durante 2014.


La producción de acero líquido se concentra en 11 estados del país, entre los que se encuentran: Coahuila, Michoacán, Nuevo León, Guanajuato y Veracruz, por mencionar algunos,  los cuales en 2013 representaron 82.1% de la producción combinada del total nacional.


Pero las cifras de China podrían apabullar a Latinoamérica entera. En la actualidad, 48% de la producción mundial de acero crudo proviene del gigante asiático, una cantidad de 790 millones de toneladas de este acero.


La falta de demanda de la aleación en China ha detonado la exportación del acero a otras regiones. Por primera vez desde 1995, la nación asiática registró el año pasado un crecimiento negativo en la demanda interna debido a las políticas del gobierno que impactaron al mercado de bienes raíces.


“Es probable que se mantenga esta situación  sin cambios en el corto plazo, ya que  el uso de acero de China seguirá registrando un crecimiento negativo de 0.5% tanto en 2015 como en 2016. En el medio plazo no se espera un fuerte repunte”, asegura la Asociación Mundial del Acero.


El dragón chino pone contra las cuerdas el avance de las empresas con operaciones en el país.


“Estamos en desventaja en cuatro de los cinco factores de la competitividad, es decir, precio de los energéticos, costo fiscal, costo financiero e infraestructura limitada. Sólo tenemos a favor una mano de obra de alta calidad”, asegura la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero de México (Canacero) en el reporte Perfil de la Industria Siderúrgica en México 2004-2013.




Fricciones con el dragón


En marzo pasado, la empresa siderúrgica ArcelorMittal informó sobre la posibilidad de realizar paros técnicos en sus operaciones en México debido a las condiciones del mercado del acero, de acuerdo con información de la agencia Reuters.


La empresa de capital indio estaría evaluando el cierre de su planta Sicartsa, ubicada en Lázaro Cárdenas, Michoacán, en la que laboran más de 8,500 empleados.


Forbes México solicitó una entrevista con los representantes de ArcelorMittal, pero no se recibió respuesta hasta el cierre de esta edición. Tampoco la Canacero quiso comentar sobre el tema.


Las empresas con operaciones en el país han denunciado en muchos casos la competencia desleal de sus rivales chinos, una alternativa que ha derivado en cuotas compensatorias que intentan detener un avance que no parece detenerse.


Hace cinco meses, el gobierno mexicano impuso una cuota compensatoria definitiva de 2.58 dólares por kilogramo a las importaciones de cable de acero originarias de China, al considerar que compiten en condiciones desleales con los productores locales.


La resolución, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), fija una cuota compensatoria definitiva tras una investigación solicitada por la empresa mexicana DeAcero.


“Se determinó que las importaciones de cables de acero originarias de China se realizaron en condiciones de discriminación de precios y causaron amenaza de daño a la rama de la producción nacional”, dice la resolución.


Las decisiones que tomen la industria siderúrgica y el gobierno serán decisivas para aprovechar el ‘boom’ automotriz que toma forma el país. En los últimos meses, Toyota, BMV, Kia Motors y otras automotrices han anunciado inversiones en sus plantas que detonarán el consumo de acero en el país, un negocio que despierta el interés de los empresarios mexicanos.


En los últimos cinco años, los industriales del acero han invertido más de 11,500 millones de dólares (mdd) en equipos y sistemas tecnológicos; para 2016 se habrá concluido una inversión de 3,000 mdd adicionales, los cuales serán destinados al abastecimiento de la industria automotriz.


Ahora las inversiones están en riesgo. “A nivel mundial se enfrenta la más grave crisis del acero en el último cuarto de siglo, lo que obliga a actuar con rapidez ante un entorno cambiante. De no hacerlo corremos el riesgo de cancelar inversiones por más de 15,000 mdd e incluso se pondrá en riesgo la subsistencia total o parcial de empresas del sector”, dijo Guillermo Vogel, presidente de la Canacero.


En la última década, las importaciones indirectas de acero se concentraron en el sector automotriz, con 33.51% del total.


Pero los conflictos son una situación que seguirá presente en el mercado nacional y de todo el mundo. La desaceleración económica de China no tiene una solución a la vista que vaya a cambiar el avance del dragón asiático. “En el corto plazo tiene consecuencias globales para la industria del acero en términos de los flujos comerciales y la posible intensificación de las fricciones comerciales, como resultado de un aumento significativo en las importaciones de acero en muchas economías durante 2014”, dice la Asociación Mundial del Acero.


El pasado 20 de abril, ocho asociaciones de América y Europa que representan a los industriales del acero presentaron ante el gobierno de China un documento que expresaba su preocupación por la llamada Política de Ajuste 2015, que establece la estrategia de dicho país en materia siderúrgica.


“Los representantes de la industria del acero consideran que el documento presentado no encara en forma sustantiva el problema de exceso de la capacidad de la industria del acero china. Ello confirma y aumenta la preocupación por el problema que existe con el crecimiento exponencial de las exportaciones de acero chinas, que están invadiendo los mercados y que cuentan en fuerte respaldo de su gobierno a través de subsidios”, dicen organizaciones como Alacero y Canacero.


La especialista del Tecnológico de Monterrey coincide en la apreciación de los organismos industriales y espera que no se concrete una competencia desleal. “Si no se pone un piso parejo, México podría sufrir en el mercado del acero como lo ha hecho en la industria textil, en donde las afectaciones más graves pueden ser las pérdida de inversión y de empleos. Ése es el costo.”
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